Female civil engineer on a computer.
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Una brecha emergente: ¿Quién se beneficia de la IA?

Stefan Pahl, Oficial de Impacto e Innovación en la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI).

En diciembre de 2022, ChatGPT se dio a conocer de repente en todo el mundo. En sólo el segundo mes desde su lanzamiento, ChatGPT ya contaba con 100 millones de usuarios activos. Para la mayoría de los usuarios, quedó claro que podía aumentar enormemente su productividad: desde entregar esquemas de documentos o sugerir fuentes de datos útiles hasta sustituir los centros de llamadas y las actividades contables.

Desde la perspectiva del desarrollo, esto abre la interrogante de quién se beneficiará en última instancia de esta tecnología, y qué significa esto para los trabajadores del Sur Global. La preocupación por cómo la tecnología configura el trabajo no es nueva. En 1930, el economista John Maynard Keynes especuló con que en el siglo XX se generalizaría el desempleo a medida que las máquinas sustituyeran a los trabajadores y trabajadoras. Pero no fue así, más bien, las máquinas han sustituido tareas específicas y los humanos han encontrado nuevas tareas (más productivas) en las que especializarse – como los ingenieros de software1. Con ChatGPT, por ejemplo, los trabajadores pueden pasar menos tiempo acumulando información y más tiempo analizándola o extrayendo significado de ella. 2

Al igual que muchas tecnologías, es probable que la Inteligencia Artificial (IA) tenga un efecto de fragmentación en la distribución salarial. Los trabajadores que realizan estas tareas nuevas y más complejas asistidas por la IA probablemente reforzarán su posición en la distribución salarial global a medida que sean más productivos. Estos trabajadores suelen estar más cualificados y ya se dedican a actividades más complejas. Los que realizan tareas relativamente sencillas o rutinarias, en cambio, tienen más posibilidades de ser sustituidos por la IA (u otras tecnologías) y puede que tengan que pasar a segmentos salariales más bajos.3 A escala mundial, los países con una población con altos niveles de formación y altamente cualificada tienen más posibilidades de adoptar estas tecnologías y beneficiarse de las oportunidades que ofrecen, mientras que otros se quedan más rezagados en la distribución salarial mundial.

De acceso libre y generalizado, pero utilizadas principalmente en países con una población con altos niveles de formación
Los países con poblaciones con altos niveles de formación y altamente cualificada tienen más posibilidades de adoptar estas tecnologías.
ChatGPT ofrece un caso interesante para explorar el uso de las tecnologías de IA en distintos países.
ChatGPT es diferente de muchas otras tecnologías de IA e industria 4.0 (como los robots) que se han estudiado empíricamente.4 ChatGPT no está vinculado a la planta de producción, es decir, no requiere grandes inversiones (por parte del usuario final) y sus usos no se limitan a la fabricación. Es potencialmente aún más útil para los (nuevos) servicios, y es (al 16 de febrero de 2023) de uso gratuito. La única barrera de entrada es el acceso a Internet, y esta plataforma puede mejorar la productividad de cualquiera que trabaje con una computadora. Por tanto, ChatGPT constituye un caso interesante para explorar el uso de tecnologías de IA ampliamente accesibles en un amplio conjunto de países.

Google Trends proporciona datos casi en tiempo real sobre quién utiliza ChatGPT, ya que mide la popularidad relativa de un término de búsqueda en un lugar determinado. Los datos sobre el término «ChatGPT» fueron extraídos el 26 de enero, lo que refleja el primer periodo de «hype» desde su lanzamiento. Aunque esto no refleja necesariamente el número real de usuarios, es probable que sea una buena aproximación, ya que una gran parte de los usuarios nuevos probablemente lo buscaron desde Google.5

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